En 1994 la Lista de Patrimonio Mundial presentaba grandes lagunas en cuanto a las categorías de los bienes inscritos, así como desequilibrios entre las áreas geográficas representadas. Se reveló entonces que las ciudades históricas, los monumentos religiosos y de la cristiandad, los periodos históricos y la arquitectura ?elitista y monumentalista? en relación con la autóctona, están sobre representadas. Mientras, todas las culturas vivientes, en particular las tradicionales, lo estaban insuficientemente. Ese mismo año el Comité de Patrimonio Mundial estableció la Estrategia Global cuyo objetivo es lograr una Lista digna de credibilidad, representativa y equilibrada, reflejando en ella la enorme diversidad de tesoros culturales y naturales de nuestro mundo, además de reconocer y proteger sitios que constituyen manifestaciones excepcionales de la coexistencia del hombre con la naturaleza, así como de interacciones humanas, coexistencia cultural y expresiones de espiritualidad y creatividad. |
Los desequilibrios en la lista El estudio desarrollado por el ICOMOS reveló dos tipos de razones para el desequilibrio: uno estructural y relativo a los procesos e inscripción, gestión y protección de los bienes culturales; y otro cualitativo, alusivo a la manera como los bienes son identificados, valorados y evaluados. Por su parte la IUCN destacó que sigue habiendo grandes vacíos en cuanto al reconocimiento de áreas naturales: praderas tropicales y templadas, sabanas, sistemas lacustres, sistemas de tundras y polares, y desiertos fríos. Acciones y resultados |