Convención del Patrimonio Mundial

Convención del Patrimonio Mundial


Después de la Segunda Guerra Mundial, fueron impulsadas algunas misiones para la conservación y rescate de monumentos de valor universal con el apoyo de la comunidad internacional. La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) fundada en 1945, se abocó desde entonces a orientar a los pueblos en una gestión más eficaz de su desarrollo, a través ?entre otras cosas- de la conservación de sus recursos naturales y valores culturales.

A partir de 1959, cuando el gobierno de Egipto decidió construir la presa de Asuán que inundaría el valle en el que se encontraban los templos de Abu Simbel y Filae, tesoros de la antigua civilización egipcia, es que la UNESCO decidió lanzar una campaña mundial para su protección, a fin de levantar los monumentos y trasladarlos, pieza por pieza, a un sitio más alto. La campaña costó cerca de 80 millones de dólares, la mitad de ellos donados por 50 países del orbe.

El éxito de esta campaña, demostró la importancia de la responsabilidad compartida entre las naciones para la conservación de los sitios culturales excepcionales y rápidamente condujo a otras acciones de salvaguardia, como las de rescatar Venecia y su laguna en Italia, las ruinas de Mohenjo-Daro en Pakistán y las de Borobudur en Indonesia, por citar algunos ejemplos. A partir de estos trabajos la UNESCO  inició con ayuda del ICOMOS , la elaboración de un proyecto de convención para proteger nuestra común herencia patrimonial.

Más adelante, en 1965 durante una conferencia internacional llevada a cabo en Washington, el gobierno de los Estados Unidos impulsaron la idea de combinar la conservación de los sitios culturales con los naturales, mediante la creación de una Fundación del Patrimonio Mundial que estimulara la cooperación internacional, a fin de proteger las zonas naturales paisajísticas maravillosas del mundo y los sitios históricos para el presente y el futuro de toda la humanidad. Tres años más tarde la UICN  desarrolló propuestas similares que presentó en 1972 a la Organización de la Naciones Unidas (ONU ). 

Finalmente, la Conferencia General de la UNESCO aprobó el 16 de noviembre de 1972 la Convención sobre la protección del Patrimonio Mundial, cultural y natural, que hasta 2010 ha sido ratificada por 187 Estados Partes, convirtiéndola en uno de los instrumentos legales internacionales más importantes para el rescate, conservación y salvaguardia del patrimonio de la humanidad.

El símbolo que distingue a los sitios del patrimonio mundial, representa la necesidad fundamental de preservar el equilibrio, entre la obra del hombre (cuadrado) y la naturaleza (círculo).
 
Véase también: http://whc.unesco.org/en/35/ y http://whc.unesco.org/en/convention/