Una breve historia de la Convenci?n del Patrimonio Cultural Inmaterial

La Convenci?n para la Salvaguardia del Patrimonio Inmaterial

Breve historia

La adopci?n de la Convenci?n para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial por la Conferencia General de la Organizaci?n de las Naciones Unidas para la Educaci?n, la Ciencia y la Cultura en octubre de 2003, constituy? el punto culminante de una larga b?squeda promovida por este organismo internacional en pro de la salvaguardia del patrimonio inmaterial, un patrimonio fr?gil y vulnerable por sus caracter?sticas intr?nsecas. 

El primer paso para la consecuci?n de este objetivo lo constituy? el Programa de la Proclamaci?n de Obras Maestras del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad, en cuyo marco fueron reconocidas 90 expresiones y espacios culturales a lo largo de tres ediciones (2001, 2003 y 2005). No obstante, era necesaria la estructuraci?n de un instrumento normativo que permitiera el establecimiento de mecanismos de salvaguardia para este patrimonio vivo, esencial para la identidad cultural de las comunidades y los pueblos. 

Es en este contexto que, tomando como gu?a fundamental la experiencia adquirida a trav?s de la Convenci?n de 1972 para la Protecci?n del Patrimonio Mundial Cultural y Natural, se delinea un instrumento jur?dico internacional en cuyo corpus se reconoce que todas las formas de patrimonio vivo merecen el mismo respeto y, adem?s, se le coloca como una medio impulsor de procesos de desarrollo sostenible no s?lo para las comunidades portadoras, sino para la humanidad. En este sentido, es importante recalcar que el principal objetivo de la Convenci?n de 2003, a diferencia de la de 1972, no es proteger, sino salvaguardar. Pero, ?cu?l es la diferencia? En palabras de Irina Bokova, exdirectora General de la UNESCO, la protecci?n supone erigir barreras en torno a una expresi?n determinada, aisl?ndola de su contexto y su pasado y reduciendo su funci?n o su valor social. Salvaguardarla significa mantenerla viva, conservando su valor y funci?n. 

A diez a?os de su adopci?n oficial, la Convenci?n ha sido ratificada por 158 pa?ses, lo cual hace patente el inter?s cada vez m?s creciente por parte de los gobiernos en salvaguardar su patrimonio inmaterial para su transmisi?n a las nuevas generaciones.