La ciudad portuaria de Campeche es un modelo de urbanización de un pueblo colonial barroco, con traza urbana en damero; la muralla defensiva que rodea su centro histórico refleja la influencia de la arquitectura militar en el Caribe.
En la región maya de Ah-Kim-Pech, a orillas del Golfo de México, Francisco de Montejo fundó en 1540 la villa de San Francisco, la primera población española en la península de Yucatán. Por su posición estratégica entre el Caribe y el Golfo de México llegó a ser uno de los puertos para el tráfico marítimo comercial más importantes del Virreinato de la Nueva España, además de que jugó un papel importante para la conquista y evangelización de la Península de Yucatán.
En la región se producía el palo de Campeche (Haematoxylum campechianum), altamente cotizado en Europa para fabricar tintes, lo que trajo riqueza y prosperidad a Campeche. Como otros pueblos del Caribe, fue atacada usualmente por piratas y corsarios ingleses y holandeses, como Henry Morgan y William Parker, pagados por enemigos de España. El capitán general de Yucatán, Antonio de Layseca y Alvarado, propuso en 1680 al rey Carlos II la construcción de una muralla que bordeara la ciudad similar a la que se le había hecho a Cartagena de Indias, en Nueva Granada (hoy Colombia).
Fue en 1686, un año después del ataque devastador del sanguinario bandido Laurent de Graff, conocido como Lorencillo, que se inició la construcción de la muralla. Las obras se concluyeron en julio de 1704, con la terminación del último baluarte. Las murallas que alcanzaron una longitud de 2,500 metros, altura promedio de 8 metros y grosor de 2, tenían cuatro accesos alrededor de la ciudad: las Puerta de mar, de tierra, de San Román y de Guadalupe; y repartidos ocho baluartes o puntos de vigía, desde donde se podía observar toda la ciudad: San Juan, San Francisco, San Pedro, Santa Rosa, San Carlos, de la Soledad, Santiago y San José. Para 1774 se reforzó la seguridad con la construcción del fuerte de San Miguel con sus dos baterías: San Luis y San Fernando (destruida); y el fuerte de San José el Alto con sus baterías San Lucas y San Matías.
Fue durante la Intervención Francesa que se utilizaron por última vez las fortificaciones, y al caer el Imperio de Maximiliano en 1867 las instalaciones fueron abandonadas. En 1893 comenzaría el derrumbe de las murallas para abrirle al centro de la ciudad una vista al mar, situación que continuaría hasta mitad del siglo XX so pretexto del calor que se acumulaba en la ciudad.
Sabías que…