El Tajín tiene como patrono del lugar al dios Tajín, que en totonaco significa “trueno” o “humo poderoso”. Es una entidad vinculada con fenómenos meteorológicos severos, por lo que llegó a identificarse como el dios Huracán y el sitio se conoció como la ciudad del dios Huracán.
En laderas de las tierras bajas del norte del estado de Veracruz, a 9 kilómetros de Papantla, se ubica esta ciudad sagrada que se cree fue la capital de los totonacas. Fue hasta 1785 que Diego Ruiz que, al realizar una inspección en busca de plantíos clandestinos de tabaco en la región de Papantla, divisó la Pirámide de los Nichos pero, al encontrarse completamente abandonada, fue dejada intacta y al olvido.
Durante su apogeo, un periodo del 600 al 1000 d.C., llegó a albergar entre 5,000 y 20,000 habitantes. El centro urbano estaba conformado por un conjunto monumental de pirámides, juegos de pelota y palacios donde se llevaban a cabo los grandes rituales y demás acontecimientos colectivos. Existía una división importante en el sitio comprendida por un enorme muro de contención que separa la parte baja del sur de la parte norte elevada, esta también llamada Tajín Chico. La parte del sur fue el Área Ceremonial y en ella se congregan plazas, canchas para el juego de pelota y estructuras piramidales que sirvieron como basamentos de templos.
Entre los conjuntos arquitectónicos y edificios que componen el Área Ceremonial, destaca la famosa Pirámide de los Nichos, la Plaza del Arroyo y los juegos de pelota Sur y Norte. Por el contrario, Tajín Chico fue de acceso restringido y en ella estuvieron los palacios y edificios administrativos donde se llevaron a cabo reuniones de la élite gobernante.
El monumento más emblemático de El Tajín es la Pirámide de los Nichos, llamada así porque tiene 365 de estos de formato cuadrangular y con una profundidad de unos 70 centímetros, que le otorga un valor simbólico asociado con el calendario solar. Es el monumento que más ha llamado la atención por la calidad y la estética de su arquitectura. Es de base cuadrada de 36 metros por lado, alcanzando con sus siete niveles los 25 metros de altura. Orientada hacia el este, su frente principal cuenta con una monumental escalinata de 10 metros de anchura, y a ambos lados un decorado en grecas que por sus diseños zigzagueantes se supone que simbolizan al dios trueno.
Al sur de Tajín Chico se ubica un conjunto que se conoce como Xicalcoliuhqui, o la Gran Greca. Es una muralla en forma de espiral o greca escalonada, similar a la forma de un caracol marino cortado cuyo significado se asocia con el viento o movimiento, atributo identificado con Quetzalcóatl. En el espacio interior, que abarca aproximadamente una hectárea, fueron construidos varios edificios e inclusive un par de canchas para el juego de pelota.
Con sus 21 canchas, El Tajín era considerada la ciudad prehispánica con el mayor número de juegos de pelota de Mesoamérica hasta que le arrebató la categoría Cantona, en Puebla, con 27. Todos los juegos localizados en el Tajín son de dimensiones y características distintas lo que, junto al gran número de ellos, dan testimonio de diversidad cultural en la zona. Se pueden distinguir dos tipos de cancha de acuerdo con los murales plasmados en sus estructuras: el juego de competencia y el de tipo ritual, este último para pedir equilibrio y el sustento de los hombres.
El último gobernante de El Tajín se llamó Trece Conejo y vivió en el palacio o residencia que se ubica en el Edificio 41, o de las Columnas. Esto es posible registrarlo por las columnas que tienen grabadas todas sus hazañas y su ascensión al poder.
Sabías que…