El arquitecto Manuel Tolsá diseñó un complejo predominantemente Neoclásico en una escala monumental, cubriendo 2.34 hectáreas.
Ubicado en Guadalajara en la región central de México occidental, el edificio fue construido en 1810 con el diseño del arquitecto Manuel Tolsá y la dirección de obra del alarife José Gutiérrez. Este recinto fue originalmente edificado para ser la “Casa de Caridad y Misericordia de la Ciudad de Guadalajara”, un lugar para albergar huérfanos y desvalidos proyectado por el obispo Juan Cruz Ruiz de Cabañas y Crespo, a quien se debe su nombre. El edificio cuenta con 23 patios, 106 habitaciones, 78 pasillos y dos capillas.
El fundador del hospicio, el Obispo Cabañas, encargó un diseño que respondiera a sus requisitos sociales y económicos a través de una solución sobresaliente de gran sutileza y humanidad. La escala de un solo piso, los pasillos cubiertos entre los edificios, y arcadas que cruzan la mayoría de los patios se enfocaron en el consuelo de sus residentes permitiéndoles moverse libremente. Se buscó que la luz y aire proporcionados por los espacios abiertos promovieran la curación. Adicionalmente, uno de los objetivos del Obispo Cabañas era educar a los residentes a través del aprendizaje de un oficio. La excepción a la altura uniforme de 7.5 metros del complejo se encuentra en la capilla, donde sobresale el rasgo visualmente dominante del hospicio: una imponente cúpula que se eleva a 32.5 metros.
Entre 1938 y 1939, la capilla se ornamentó con cincuenta y siete frescos extraordinarios pintados por José Clemente Orozco, uno de los más grandes muralistas mexicanos de la época. Estos trabajos son considerados una gran obra maestra del arte mexicano e ilustran tanto la cultura española como la cultura indígena de México con dioses, sacrificios y templos. El foco de los murales se encuentra en la cúpula de la capilla con el trabajo El Hombre de Fuego qué representa la sumisión de los humanos a las máquinas.
El diseño original de arquitecto Manuel Tolsá se conserva intacto y el bien incluye las 2.34 hectáreas enteras del complejo de edificios diseñados para alojar al Hospicio Cabañas. Con excepción del jardín de la cocina que fue dividido en cuarenta lotes y seccionado por dos caminos durante la década de 1850, no ha habido casi ninguna modificación posterior.
Sabías que…