El Santuario de Ballenas de El Vizcaíno, el área natural protegida más grande de México, comprende las áreas de reproducción más importantes de la subpoblación oriental de la ballena gris (Eschrichtius robustus) del Pacífico Norte.
La extensión total de las dos lagunas que integran el Bien es de 370,950 hectáreas, que forman parte de la Reserva de la Biosfera El Vizcaíno, y a su vez colinda hacia el Norte con otra gran área natural protegida. Ubicado en la costa del Pacífico de la parte central de la península de Baja California, es un Bien serial pues está constituido por dos componentes: las dos lagunas costeras, Laguna Ojo de Liebre y Laguna San Ignacio, y su respectivo entorno, conformando un complejo mosaico de humedales, marismas, dunas y hábitats desérticos, así como manglares en las áreas de transición.
Las lagunas son reconocidas como el lugar más importante del mundo para la reproducción de la subpoblación oriental de la ballena gris del Pacífico Norte, que antes estuvo en peligro de extinción. La protección de estas áreas invernales de reproducción ha sido vital para la notable recuperación de esta especie después de estar cerca de la extinción, como resultado de la caza comercial de ballenas que hubo, incluso en estas mismas lagunas. La mayor parte de la subpoblación migra entre las lagunas en la porción media de la Península de Baja California y las zonas de alimentación de verano en los mares de Bering, en el Norte.
En las Lagunas Ojo de Liebre y San Ignacio coinciden muchos factores ambientales, tales como profundidad, temperatura, nutrientes y salinidad, que las hacen lugares ideales para el apareamiento, el parto y la crianza. Las lagunas también proporcionan un hábitat valioso para muchos otros mamíferos marinos, como el delfín nariz de botella, el lobo marino de California y la foca común. Se han registrado cuatro especies de tortugas marinas en las lagunas y costas adyacentes, siendo las más importantes la tortuga prieta y la caguama. Las lagunas poco profundas y bien protegidas, con sus manglares, también son criaderos de alta productividad para una diversa fauna de peces e invertebrados, y un impresionante
paisaje natural, terrestre y marino.
A pesar del estatus de protección, el Bien es sensible a los impactos potenciales de las actividades económicas que tienen lugar en las inmediaciones de las lagunas, en particular, las pesquerías bentónicas y pelágicas, la extracción de sal a gran escala y el turismo. El Santuario de Ballenas de El Vizcaíno tiene el potencial de servir como ejemplo del manejo
integrado de los recursos naturales. Más allá de la conservación de un lugar excepcional, hay oportunidad para la producción sostenible de sal natural, el aprovechamiento de recursos marinos y el avistamiento de ballenas. Esto, sin embargo, requiere un equilibrio permanente de intereses, incluidos los de las comunidades locales que viven de los recursos naturales protegidos en este Bien y que dan pleno apoyo a las actividades de conservación y manejo.
Sabías que…
* En 1988 el gobierno federal decretó la Reserva de la Biosfera El Vizcaíno, que incluye actualmente al Bien.
* En 1949, México optó por la adhesión a la Comisión Ballenera Internacional manifestándose a favor de la protección de ballenas grises de la caza comercial.