Lo que hoy es el Centro Histórico fue la antigua capital de los mexicas, Tenochtitlán, erigida en 1325 sobre un pequeño islote y se fue extendiendo hasta ser actualmente una de las urbes más extensas y pobladas del mundo.
La cuenca del Valle de México, un conjunto interconectado de lagos de poca profundidad rodeados por montañas y conos volcánicos, contaba con valiosos recursos naturales que atrajo a diversos grupos humanos migrantes entre ellos los mexicas, quienes se asentaron y fundaron el que se convertiría en el más importante centro político y económico de Mesoamérica hasta la llegada de los españoles.
Los pobladores mexicas agrandaron el islote original por medio del sistema de chinampas, que les permitió una producción agrícola intensiva, la construcción de casas y edificios en estos terrenos ganados al lago. También trazaron calzadas, canales para el tránsito de canoas y construyeron caminos que entrelazaban distintos poblados con la ciudad de Tenochtitlan. Al centro de la ciudad se ubicaron el centro ceremonial, los palacios de los gobernantes y nobles y los mercados más importantes.
Tras la Conquista, los españoles decidieron construir la ciudad capital del nuevo reino sobre las ruinas de la antigua urbe mexica. Hubo diversos planes sobre el acomodo de la ciudad, pero se impuso la visión de Hernán Cortés de comenzar la edificación de la Nueva España en el islote. Alonso García Bravo fue el encargado de diseñar el trazado de la ciudad por indicación de Cortés, al estilo español con cuadras partiendo desde la plaza central donde se asientan los poderes político y religioso. El Templo Mayor, ubicado en intersección de las actuales calles de Argentina y Guatemala, sirvió de kilómetro cero para desarrollar el trazado. Enrico Martínez fue el encargado de idear el sistema que desecaría los lagos a través del río Tula, en Hidalgo.
Desde 1824, lo que hoy conocemos como Centro Histórico ha sido sede de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial de la Federación. El Congreso de la Unión decretó el 18 de noviembre de 1824 la creación del Distrito Federal, tomando como centro a la Plaza de la Constitución de la Ciudad de México y un radio de 8,380 metros.
Durante la larga presidencia de Porfirio Díaz comienza la expansión acelerada de la ciudad hacia todos los puntos cardinales y absorbe las pequeñas villas aledañas como Azcapotzalco, Tacuba, Tacubaya, Coyoacán y San Ángel dejando a la antigua Ciudad de México como un componente más de la urbe y que hoy reconocemos como “el Centro”. En 1980, por decreto presidencial se declaró como Zona de Monumentos Históricos al Centro Histórico de la Ciudad de México.
Xochimilco
Situado a 28 kilómetros al sur del centro de México, el sitio de Xochimilco con su red de canales e islas artificiales constituye un ejemplo excepcional de los trabajos de los mexicas para construir un hábitat en un entorno hostil al ser humano. Las zonas consideradas como Patrimonio Mundial son: la zona chinampera, los ejidos y la zona del lago de conservación de flora y fauna de San Gregorio Atlapulco y San Luis Tlaxialtemalco, y el Centro Histórico de Xochimilco.
La imagen de Xochimilco como sitio de interés se ha construido a partir del uso turístico de sus canales y remanentes lacustres que resguardan especies acuáticas excepcionales y en peligro de extinción, como el ajolote, que también son refugio de decenas de aves migratorias.
En el sitio aún sobrevive el sistema de cultivo de los mexicas a través de chinampas, el cual ha decaído a partir del siglo XX cuando la explosión demográfica de la Ciudad de México requirió mayor abastecimiento de agua potable y se dio la continua disminución del tamaño de los lagos y la red de canales, iniciándose la pérdida de la capacidad productiva del sistema chinampero quedando reducido a unos pocos canales de no más de 400 kilómetros de extensión. Además de flora, fauna y bellos paisajes, Xochimilco representa sustentabilidad tanto para el consumo como para la producción dentro del Valle de México.
Sabías que…